Desde muy joven he sentido una atracción especial hacia la fotografía, y es, hoy por hoy, una de mis actividades de ocio que más me reconfortan. Prácticamente no salgo sin mi cámara (si no lo hago siempre me arrepiento) y, aunque no siempre sale lo que a uno le interesa, no dejo de aprender de mis propios fallos, de cursos esporádicos que realizo y de los consejos que hay en internet.